Obra y texto para la muestra fotográfica "Sabato, su vida, su obra
Del libro, Informe sobre ciegos; Ernesto Sabato
“Así fui elaborando una serie de teorías, pues la idea de que estuviéramos gobernados por un Dios omnipotente, omnisciente y bondadoso me parecía tan contradictoria que ni siquiera creía que se pudiese tomar en serio. Al llegar a la época de la banda de asaltantes había elaborado ya las siguientes posibilidades:
Del libro, Informe sobre ciegos; Ernesto Sabato
“Así fui elaborando una serie de teorías, pues la idea de que estuviéramos gobernados por un Dios omnipotente, omnisciente y bondadoso me parecía tan contradictoria que ni siquiera creía que se pudiese tomar en serio. Al llegar a la época de la banda de asaltantes había elaborado ya las siguientes posibilidades:
1º Dios no existe.
2º Dios existe y es un
canalla.
3º Dios existe, pero a veces
duerme: sus pesadilla son nuestra existencia.
4º Dios existe, pero tiene
accesos de locura: esos accesos son nuestra existencia.
5º Dios no es omnipresente,
no puede estar en todas partes. A veces está ausente ¿en otros mundos? ¿En
otras cosas?
6º Dios es un pobre diablo,
con un problema demasiado complicado para sus fuerzas. Lucha con la materia
como un artista con su obra. Algunas veces, en algún momento logra ser Goya,
pero generalmente es un desastre.
7º Dios fue derrotado antes
de la Historia por el Príncipe de las Tinieblas. Y derrotado, convertido en
presunto diablo, es presuntamente desprestigiado, puesto que se le atribuye
este universo calamitoso…… Ahora bien: Mahoma pensaba, como algunos de estos
gnósticos, que Jesús era simple ser humano, que el Hijo de Dios había
descendido a él en el bautismo y lo abandonó en la Pasión, ya que si no, sería
inexplicable el famoso grito: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
Y cuando los romanos y los judíos escarnecen a Jesús, están escarneciendo una
especie de fantasma. Pero lo grave es que de este modo (y en forma más o menos
similar; pasa con las otras sectas rebeldes) no se ha revelado la mistificación
sino que se la ha fortalecido. Porque para las sectas cristianas que sostenían
que Jehová era el Demonio y que con Jesús se inicia la nueva era, como para los
mahometanos, si el príncipe de las Tinieblas reinó hasta Jesús (o hasta
Mahoma), ahora en cambio, derrotado, ha vuelto a sus infiernos. Como se
comprende, ésta es una doble mistificación: cuando se debilita la gran mentira,
estos pobres diablos la consolidaban.
Mi conclusión es obvia: sigue
gobernando el Príncipe de las Tinieblas. Y ese gobierno se hace mediante la
Secta Sagrada de los Ciegos. Es tan claro todo que casi me pondría a reír si no
me poseyera el pavor.”